A poco más de un año de su creación, conversamos con su directora Mónica Kaechele Obreque, Doctora en Tecnologías Educativas de la Universidad de Barcelona, España, quien destacó el trabajo que realiza esta dirección y que viene a rescatar variados esfuerzos aislados que se realizaban para fortalecer los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Directora, cuéntenos ¿cuál es la función que cumple la Dirección de Tecnología Educativa?
Desde el año 2011, la Universidad lleva un proceso sistemático de incorporación de tecnologías a través de diferentes proyectos institucionales que han buscado fortaleces las prácticas pedagógicas con nuevas herramientas. Si bien éste proceso ha sido beneficioso, los esfuerzos tienden a quedar reducidos a las comunidades que los implementan, entonces el gran desafío de la Dirección hoy día es poder generar procesos escalables con las innovaciones que se han generado para poder mantener la innovación y profundizar en el uso de tecnologías en las distintas facultades.
En este sentido, ¿cuáles serían los principales desafíos estratégicos de su Dirección?
La Dirección tiene desafíos en distintos niveles, uno importante es avanzar en la generación de una cultura que vea las tecnologías digitales en la práctica educativa como algo tan transparente como lo ven en los espacios de la vida cotidiana e incluso en la vida del trabajo profesional que no está ligado directamente a enseñar. Curiosamente, el único espacio de ejercicio profesional hoy día o casi uno de los únicos, en el cual el uso de tecnología digital es más dificultoso, es el ámbito de la enseñanza en sus distintos niveles. Las personas pueden usar tecnología digital para comunicarse de manera permanente, entretenerse, hacer funcionar su casa, comprar el bono médico y allí se ve natural y deseable, sin embargo, cuando se trata de enseñar pareciera ser que no calza bien o al menos se ven más dificultades. Ahora bien, en nuestra Universidad hay una actitud muy positiva respecto de su uso e incorporación tanto de estudiantes como profesores y esto es muy importante en cualquier proceso de incoporación de tecnología digital. Cuando los actores perciben de manera positiva el uso de estas herramientas para su labor docente, se hace mucho más natural que sean incorporadas a la práctica. En este sentido, creo que un primer desafío es mostrar de formas simples y concretas cómo usar tecnología apoya nuestros desafíos en el aula, mejora nuestra comunicación con los estudiantes, la calidad del aprendizaje, el seguimiento y el apoyo que se necesita con los grupos que tienen disparidad en sus disposiciones de aprendizaje, favorece la reducción de las brechas digitales sobre todo desde el punto de vista de las competencias para usar y disponer de las tecnologías digitales en el mundo del trabajo. La tecnología digital siempre debe ser pensada a escala humana, su uso es para mejorar las posibilidades que tenemos, nunca pueden ser en contra de las personas. Las tecnologías desde el punto de vista de su uso y de enseñar su uso en una relación educativa, pedagógica, deben tener siempre una mirada hacia el desarrollo, ya sea académico, ético o social de las personas.
Desde un punto de vista pragmático por lo tanto, se necesita profundizar, escalar e innovar en tecnología educativa. Un desafío estratégico es asegurarnos que todos los docentes de nuestra universidad se sientan preparados para actuar en este escenario de la enseñanza que ha cambiado y por tanto, formación, formación y formación, porque la formación es parte de lo que necesitamos siempre, las estrategias metodológicas que incorporan tecnologías avanzan muy rápido y necesitamos apoyar y apoyarnos dentro de este desafío, por ejemplo el Flipp Clasroom o el stem llevado a las artes y humanidades o el uso de dispositivos móviles para los procesos de retroalimentación del aprendizaje in situ o el uso de las aulas virtuales, videoconference para las clases presenciales, los relatos digitales para dar cabida a actores diversos o la masificación del portafolios digitales son algunos ejemplos que hoy están en la universidad, pero requieren escalarse y profundizarse desde el punto de vista de su metodología. No todo sirve para todo. Nosotros queremos impulsar un modelo formativo que se llama TPACK, modelo que aborda la pregunta central ¿cómo enseño filosofía usando tecnología?, ¿cómo enseño historia colonial?, ¿cómo enseño integradas? Es decir, no es lo mismo una disciplina que otra y esto es algo importante de entender para nosotros que impulsamos estos procesos.
Otro objetivo estratégico al que yo le doy mucha importancia es a la generación de datos e información que nos permita tomar decisiones. Se ha implementado la unidad de estudios y seguimiento que busca tanto apoyar a los docentes en la construcción de conocimiento en esta área, como tener tendencias institucionales comparables con el escenario nacional e internacional. En esta línea ha sido el foco en el diagnóstico institucional que nos está permitiendo establecer indicadores de apropiación digital universitaria, que permite avanzar en la toma de decisiones en base a información específica. Esto es Infraestructura TIC, formación docente o innovaciones.
Por otra parte, buscamos consolidar el equipo. Somos un equipo interdisciplinario y eso entrega una riqueza a la hora de observar los desafíos. Es una característica de las unidades de tecnología educativa, puesto que aquí conversan diseñadores, pedagogos, ingenieros, sociólogos, ya necesitaremos un psicólogo y un audiovisual, pero por ahora, es un equipo muy potente y con gran expertizaje capaz de asumir este desafío que tenemos como institución.
¿Cuáles a su juicio son los proyectos emblemáticos de su Dirección?
Somos una Dirección muy joven y en este sentido, tenemos proyectos que por ahora les llamamos prioritarios o críticos para este proceso inicial de incorporación de las tecnologías digitales y uno de ellos es el proyecto E-learning y el funcionamiento del Laboratorio de Recursos Educativos Digitales. Los procesos de educación on-line hoy día representan grandes desafíos, pero también un necesidad frente a los requerimientos de una sociedad que en la obsolescencia del contenido y la rapidez de los cambios necesita potenciar el aprendizaje permanente y fomentar la autonomía de aprender. El principal desafío en este sentido es generar formación con calidad. La principal crítica de los sistemas on-line ha sido “su liquidez” desde el punto de vista del desarrollo de conocimiento. Sin embargo, es posible trabajar esto en serio y la experiencia de distintas instituciones nacionales e internacionales demuestra que se puede desarrollar conocimiento de calidad en esta área. Nuestra Universidad desde el año 2014 ha iniciado un camino, que a través del proyecto que lideró el Dr. Oriel Herrera, hoy permite escalar y establecer lineamientos y protocolos para el funcionamiento de una propuesta viable dentro de la universidad para el tema e-learning. Ahora bien, estos procesos e-learning no se tratan de precarizar la formación o sólo bajar costos institucionales, que es su versión mercantil y que también hay mucho de ello en el mercado. Los procesos de aprendizaje e-learning son una modalidad estructurada que busca, en base a criterios de calidad para el diseño, orientar cursos formativos, usando la tecnología disponible, pero con un diseño de enseñanza e-learning centrado en el estudiante.
Hoy, desde los procesos de acreditación ya se han levantado criterios e indicadores para los programas e-learning y para nosotros como Dirección nuestra responsabilidad institucional es abodar y diseñar procesos y protocolos con normativas de alta calidad. Junto con esto otro proyecto es ver funcionando el laboratorio de recursos educativos digitales que busca ofrecer a los docentes apoyo para la selección de recursos disponibles como en el diseño y producción de recursos. La idea es poner al servicio de los docentes materiales que están disponibles en la red, presentarles criterios de selección de buenos materiales y re-utilizar. El gran potencial del concepto de Objeto de Aprendizaje es su criterio de re-utilización, porque si bien hoy se piensa que el mundo digital es infinito y no contaminante, es necesario tomar conciencia que cada bits en el espacio puede transformarse en basura digital y al mismo tiempo generar emisiones de dióxido de carbono que quedan en nuestro ambiente, estamos hablando por una parte de procesos electrónicos y por otra, del desecho de electrónico asociado a la permanente basura digital de nuestros dispositivos. En este sentido, entonces queremos apoyar a los docentes de las distintas facultades a reutilizar lo que existe y que es mucho. Al mismo tiempo, queremos generar recursos digitales más customizados a nuestros estudiantes, esto puede parecer una contradicción con lo anterior, pero no lo es, porque nos permite focalizar en el desarrollo de recursos sobre todo en áreas sensibles y en los procesos de aprendizaje que tienen más consecuencias para los estudiantes. Es un acto de priorización de recursos en el cual los intereses de la comunidad y la institución requieren converger.
Y los esfuerzos no se quedan sólo en las fronteras regionales, porque estamos abriéndonos al concierto nacional desde la UC Temuco, a través de nuestra participación en la Mesa TIC-FID que ya lleva funcionando 4 años. Desde este año, como Dirección hemos asumido un apoyo a universidades nacionales en cuanto a la realización de un diagnóstico que nos permitirá ampliar nuestras redes con universidades europeas y latinoamericanas en proyectos concretos de apoyo mutuo. Tenemos mucho que aprender, pero también mucho que compartir con otras instituciones sobre nuestras experiencias en la implementación de tecnologías. El trabajo de las Facultades de Salud, Educación e Ingeniería por citar a algunas, nos muestra la fuerza que nuestros equipos docentes tienen, el entusiasmo y la capacidad de crear y re-crear su propio quehacer con foco en el aprendizaje de los estudiantes y esto es algo que necesitamos mostrar y compartir. Hay muchas buenas prácticas en nuestra Universidad.
A partir de lo anterior, ¿cómo le gustaría que la comunidad universitaria reconociera a su dirección?
Como una dirección al servicio de la comunidad, que se orienta a la calidad y por sobre todo que busca incorporar la tecnología en escala humana. Aquí no se trata de los cacharritos o los computadores, de comprar más tecnología porque es algo que esté de moda. Aquí se trata de las personas en un habitat digital, en el cual nuestros procesos de aprendizaje y nuestros propios procesos de desarrollo profesional pueden potenciarse con el uso de las tecnologías digitales y nos permiten avanzar hacia las metas que nos hemos propuesto. Nostros queremos hablar de espacios de tecnología digital a escala humana, esto es, lugares, personas y tecnologías que interactúan en pro de la acción humana. Yo creo que la tecnología es profundamente humana y su desarrollo ha sido uno de los grandes motores de la humanidad. La redefinimos y nos redefine.
Fuente: Dirección de Comunicación y Marketing. Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Internacionales