Una buena instrucción modela el comportamiento de tu estudiante en la actividad encomendada, indicándole lo qué debe hacer, con claridad y precisión.
Al generar una instrucción en forma escrita, ten presente:
- Usar frases corta: Los estudiantes normalmente no leen textos demasiado extensos.
Las frases cortas permitan una lectura rápida
para llegar al objetivo de la mejor manera posible.
- La acción, al principio: Intenta que en el primer vistazo del estudiante a la instrucción, tenga una idea clara de la acción que debe realizar en la actividad.
- Uso del lenguaje: Hacer uso de expresiones sencillas y vocabulario poco especializado, siempre que se pueda. El Lenguaje llano facilita que las instrucciones las pueda leer todo el mundo.
- Que se entienda la instrucción leyéndola sólo una vez: Una lectura debe ser suficiente.
Si tu estudiante tiene que hacer más de una lectura
para entender las instrucciones o un paso concreto, no es un buen texto.
- El tiempo verbal: Saber, tener claro el tiempo verbal que utilizarás en la instrucción de la actividad.
Utiliza el mismo tiempo verbal durante toda la instrucción.
- Neutralidad: Las frases de un texto instructivo deben ser neutras. No debe haber ninguna señal de valoraciones, emociones o parcialidad.
Evita expresiones que no aporten en nada.